Inyecciones de vitamina C para curar el cáncer: qué dice la ciencia actualmente

Ya hemos hablado en otras ocasiones del amplio catálogo de terapias alternativas que prometen librarse del cáncer mediante el uso de remedios caseros y naturales implementados de una forma extremadamente sencilla.

En esta ocasión, volvemos a abordar las terapias alternativas que dicen curar el cáncer a través de la alimentación, pero de una forma completamente diferente a la que estamos acostumbrados.

No vamos a analizar si consumir zumo de limón en ayunas o altas concentraciones de cúrcuma van a ayudarnos a combatir el cáncer. Hoy hablamos sobre el uso de inyecciones de vitamina C y su empleo actual como terapia alternativa en la curación frente al cáncer.

Una terapia alternativa de creciente popularidad

Según el periódico BBC, las inyecciones de vitamina C son uno de los tratamientos alternativos más populares para tratar el cáncer. 

El origen de este tipo de tratamientos se remonta a algunos estudios científicos llevados a cabo a comienzos del año 2008, donde la vitamina C se postulaba como un poderoso aliado frente a las células tumorales.

Estas investigaciones, realizadas en ratones, mostraron una reducción considerable del tamaño de tumores en el cerebro, ovario y páncreas. Sin embargo, y como ya hemos explicado en otras ocasiones, los resultados en modelos animales no son fácilmente extrapolables a los seres humanos.

El riesgo de las inyecciones de vitamina C

Podría parecer que las altas dosis de vitamina C no tienen efectos perjudiciales en la salud, ya que la vitamina C es hidrosoluble. Esto provoca que cuando el ser humano ingiere dosis elevadas de esta vitamina —mayores a las que el organismo puede asimilar— se produce una eliminación a través de la orina sin mayores complicaciones, a priori.

Sin embargo, en las inyecciones de vitamina C estamos ante dosis muy elevadas, mucho más de las que obtenemos en la ingestión normal de alimentos. De hecho, algunos estudios han relacionado el empleo de inyecciones de vitamina C con una mayor incidencia de trombosis. Según los resultados de este estudio, los glóbulos rojos de los pacientes con cáncer mostraron una mayor sensibilidad a los efectos protrombóticos de la vitamina C, lo que refleja que la terapia intravenosa con altas dosis de la misma debe revisarse cuidadosamente, ya que puede suponer un peligro real para la salud.

Por el momento, parece bastante complicado clasificar las inyecciones de vitamina C como una apuesta segura frente al cáncer. Las autoridades sanitarias mundiales no han reconocido que el uso de las dosis altas de vitamina C sea eficaz para el tratamiento del cáncer en seres humanos.

Bibliografía

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