¿Cuál es la relación del omega-3 con el cáncer?

En las últimas semanas han aparecido algunas noticias digitales relacionadas con omega-3 y cáncer, surgidas en concreto a raíz de la publicación de una reciente investigación científica de alta calidad que ha estudiado la posible relación entre diferentes ácidos grasos y la prevalencia del cáncer.

Muchas de estas noticias digitales han afirmado directamente que los suplementos de omega-3 pueden aumentar el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?

Qué es el omega-3 y cuál es su papel

El término omega-3 hace referencia a un grupo de ácidos grasos poliinsaturados a los que se les asocian varios beneficios saludables desde hace décadas. En concreto, dos de ellos son los más representativos: EPA y DHA, ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexaenoico, respectivamente.

Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en alimentos saludables como el pescado azul, algunos frutos secos y también semillas, y constituyen un importante aliado en la prevención de los enfermedades cardiovasculares, según demuestra la evidencia científica. Sin embargo, respecto a la prevención del cáncer su función protectora no está del todo clara.

¿Qué dice este polémico estudio?

En ningún momento los resultados del citado estudio científico arrojan unas conclusiones tan contundentes respecto a omega-3 y cáncer. De hecho, precisamente desmienten esto, afirmando que un mayor consumo de ácidos grasos omega-3 de cadena larga tiene poco o ningún efecto sobre el riesgo de diagnóstico de cualquier cáncer, y que probablemente tiene poco o ningún efecto sobre el riesgo de muerte por cáncer.

Respecto al cáncer de mama, los resultados son similares, pero si nos centramos en el cáncer de próstata, realmente sí se aprecia un ligero aumento del riesgo de cáncer de próstata. Eso sí, la propia investigación califica este hallazgo con un nivel de evidencia de baja calidad, ya que los resultados son inciertos.

Entonces, ¿de dónde salen estos titulares?

Lo que realmente ha sucedido es que se han confundido algunos resultados del estudio referentes a los ácidos grasos poliinsaturados totales (PUFA, de forma abreviada) con los de omega-3.

Efectivamente, los omega-3 pertenecen al grupo de los PUFA, sin embargo, no son los únicos que forman parte de este grupo. También están presentes los ácidos grasos omega-6, quienes plantean ciertos problemas saludables consumidos en exceso. En concreto, un mayor consumo de ácidos grasos omega-6 se relaciona con una mayor inflamación en nuestro organismo, relacionada con múltiples enfermedades. Por ello, un desequilibrio del ratio omega-6/omega-3 podría ser la explicación de estos resultados.

A raíz de la confusión en la interpretación del estudio, se ha acabado comunicando un resultado erróneo. Esta investigación sí que muestra que los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) totales pueden aumentar ligeramente el riesgo de cáncer. Aun así, estos resultados deben interpretarse con cautela, ya que no se está teniendo en cuenta una distinción entre los nutrientes propios de un alimento y aquellos suplementados, ni tampoco la interacción con otros nutrientes.

Bibliografía

  • Hanson S, Thorpe G, Winstanley L, Abdelhamid AS, Hooper L. Omega-3, omega-6 and total dietary polyunsaturated fat on cancer incidence: systematic review and meta-analysis of randomised trials. Br J Cancer. 2020 Feb 29: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32114592
  • DiNicolantonio JJ, O’Keefe JH. Importance of maintaining a low omega-6/omega-3 ratio for reducing inflammation. Open Heart. 2018 Nov 26;5(2):e000946: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30564378

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