Un nuevo enfoque inmunoterápico para tratar el cáncer de mama

cáncer de mama

El cáncer de pecho es, por desgracia, el tipo de cáncer más frecuente entre la población femenina, lo cual tiene de positivo que también es una de las enfermedades en la que más se está invirtiendo en cuanto a investigación. No es de extrañar, por tanto, que en Helping Cáncer sea uno de los temas más recurrentes, ya que los centros de investigación oncológica se están haciendo grandes avances tanto en la comprensión detallada de la propia enfermedad (causas, sintomatología, nuevos métodos de diagnóstico), como en el descubrimiento de terapias prometedoras.

El problema con los linfocitos T reguladores

Los linfocitos T reguladores son un tipo de células especializadas que forma parte del sistema inmunitario humano. Su función es, como su nombre indica, regular la respuesta inmunitaria que llevan al cabo el resto de componentes, encargándose, paradójicamente, de suprimirla. Esto, aunque pueda parecer contraproducente, es una tarea necesaria para que nuestro cuerpo no reaccione contra las sustancias y estructuras que él mismo produce, evitando por tanto que se desencadene una respuesta autoinmune.

El problema está en que esta actividad parece ser que puede favorecer el desarrollo y crecimiento de los tumores. Este hecho no es, ni mucho menos, novedoso, pero las causas subyacentes eran, hasta ahora, desconocidas. Sin embargo, un estudio recientemente publicado por el Cancer Biology Research Program del VCU Massey Cancer Center podría haber dado con la tecla. La Doctora Paula Bos explica que “Es importante estudiar en profundidad la inmunobiología del cáncer de pecho, para así poder hallar mejores enfoques en las inmunoterapias”.

La investigación llegó a la conclusión de que las células T reguladoras favorecerían el desarrollo del cáncer de pecho debido a que evitan que se acumule una proteína muy específica con propiedades anti-tumorales, el llamado interferón gamma (IFN-?). Esta molécula producida por los linfocitos T CD4+ y por las células NK tiene varias funciones, la más importante de las cuales es la activación de los macrófagos que a su vez inician el proceso inflamatorio y ralentizan la propagación del tumor.

Este descubrimiento podría dar lugar a nuevos tipos de terapias inmunológicas, en los que el tratamiento se enfoque en eliminar a esos linfocitos T reguladores y en proteger la actividad de la proteína IFN-?. Los investigadores incluso han pensado en la posibilidad de extraer macrófagos de la sangre y exponerlos fuera del cuerpo a dicha molécula, para después reinyectarlos y que provoquen una respuesta inflamatoria.

Bibliografía

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