
Es innegable que actualmente vivimos una epidemia de obesidad en todo el planeta. Cada vez se revelan índices de obesidad y enfermedades metabólicas más alarmantes, y esto se debe en gran medida al consumo de alimentos ultraprocesados.
Aunque, siendo estrictos, estos productos altamente procesados se parecen bastante poco a lo que todos identificaríamos como alimento. Muchos profesionales sanitarios discuten sobre si el incremento de procesados en nuestra dieta puede acarrear problemas para la salud; sin embargo, es importante aprender a diferenciar entre los distintos grados de procesado que sufre un alimento. No es lo mismo un tarro de legumbres en conservas que una bolsa de patatas fritas.
¿Qué son los ultraprocesados?
Los ultraprocesados son productos alimenticios que han sido transformados en repetidas ocasiones dentro de la industria alimentaria, incluyendo en su composición ingredientes de mala calidad nutricional como azúcar o sal, además de aceites y harinas refinadas.
Generalmente, los ultraprocesados presentan la combinación en altas dosis de dos o más de estos ingredientes en su composición, y ese es precisamente el problema que plantean estos productos para la salud. Los ultraprocesados no son perjudiciales únicamente por un ingrediente, sino por la suma de varios de ellos.
Los ultraprocesados están en todas partes
Además de su insalubridad, los ultraprocesados disponen de una ubicuidad inmensa. Podemos encontrarlos en todas partes, y eso hace que debamos ser mucho más precavidos si queremos mantenernos alejados de su consumo.

La suma de factores externos que dificultan la adquisición de hábitos saludables en el entorno se conoce como “ambiente obesogénico”, un término acuñado durante los últimos años por el sector sanitario y que define con bastante exactitud la situación que vivimos en torno a la presencia de los ultraprocesados y su relación con nuestra salud.
Su consumo está relacionado con el cáncer
Desde hace algún tiempo, los ultraprocesados han sido señalados como los responsables de esta pandemia de obesidad que sufrimos. Sin embargo, no teníamos evidencias ni estudios robustos que justificaran su papel negativo en nuestra salud.
Por suerte esta situación está cambiando, ya que cada vez disponemos de más estudios científicos que relacionan el consumo de los ultraprocesados con el desarrollo de diversas patologías, entre las que se incluye al cáncer.
Un reciente estudio de más de 100.000 personas mostró que el incremento de un 10% de productos ultraprocesados en la dieta estaba asociado con un aumento significativo de los riesgos de cáncer general y de mama, aproximadamente del 10%.
Sin embargo, el mismo estudio señala que es importante seguir investigando en esta línea para poder obtener más evidencias sobre el efecto que tienen los distintos grados de procesamiento en los alimentos, para así comprender mejor sus efectos sobre nuestra salud a largo plazo.
Bibliografía
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- InfoSalus.com. 2017. “El ambiente obesogénico es el responsable de la obesidad infantil en España”. Consultado el 1 de julio de 2019.