
La vinculación entre cáncer y alimentación ha sido uno de los principales objetos de estudio durante las últimas décadas entre la comunidad científica. Cientos de publicaciones han tratado de arrojar luz sobre esta enfermedad y sobre cuáles podrían ser sus factores preventivos. Por desgracia, muchas veces los resultados de estos estudios se malinterpretan y confunden para dar lugar a un mensaje distorsionado que no ayuda en absoluto a la población, sino más bien contribuye a aumentar la desinformación.
Una dieta, por muy perfecta que sea, no puede asegurarnos que en el futuro no vayamos a desarrollar un cáncer. Esta premisa choca considerablemente con lo que piensan algunos gurús, quienes promulgan beneficios sanadores y casi mágicos en algunos alimentos cotidianos que no tienen más valor que el que ya les confiere el hecho de ser alimentos saludables. Únicamente son una carta más en la baraja; que juega un papel importante, sí, como parte de los múltiples factores que intervienen en la aparición de los distintos tipos de cánceres que conocemos, pero que no son en absoluto definitivos.
“La cúrcuma cura el cáncer”
La mayoría de bulos que existen en torno a los alimentos y el cáncer consisten en una exageración de los propiedades saludables de los mismos. Bueno es el ejemplo de la cúrcuma, especia que desde tiempos ancestrales tiene atribuidas una cantidad exagerada de beneficios, entre los que destacan su capacidad antiinflamatoria, antidepresiva o su poder antitumoral.
Lo cierto es que la cúrcuma goza de una gran popularidad, pero realmente las únicas propiedades saludables que tiene reconocidas por la comunidad científica son una mejora para aliviar problemas leves de la digestión, como sensaciones de plenitud, digestión lenta y flatulencia, tal y como indica la Agencia Europea del Medicamento.
“El consumo de vino en moderación previene el cáncer”
Otro ejemplo recurrente lo tenemos en el vino, una bebida que goza de cierto beneplácito entre la población, ya que es bastante común encontrar noticias en medios de comunicación alabando sus propiedades saludables.

Esto es bastante preocupante, teniendo en cuenta que el vino es una bebida alcohólica y que tenemos bastantes evidencias científicas que relacionan el consumo de alcohol, incluso en moderación, con un aumento de los casos de cáncer bucal, de faringe, esófago y mama.
Otros bulos cíclicos
También comentamos hace muy poco el bulo que señala al zumo de limón en ayunas como aliado en la prevención del cáncer, o el de los chicles de menta.
Otros bulos que se repiten constantemente son aquellos que culpabilizan a los aditivos de causar la mayor parte de las enfermedades que sufrimos en la sociedad actual, algo totalmente fuera de contexto ya que estas sustancias cumplen con estrictos controles de calidad y seguridad alimentaria antes de ser añadidos a los productos que consumimos.
Cuestión de modas
En definitiva, parece que cada cierto tiempo vuelven a ponerse de moda algunos alimentos clásicos que siempre han estado presentes en nuestra dieta, y a los que se pretende ensalzar por encima de sus posibilidades. En otros casos, los alimentos venerados se categorizan como “superalimentos”, y parece que vienen de la otra punta del mundo con el objetivo de salvarnos de todos los males de la civilización moderna.
No debemos perder el norte con ciertas modas, sino tener claro que el consumo preferible de alimentos frescos, y una dieta basada en frutas, verduras, legumbres, frutos secos, harinas integrales, pescados grasos y aceite de oliva virgen extra serán realmente nuestros grandes aliados en la prevención de enfermedades y, por supuesto, del cáncer.
Bibliografía
- European Medicines Agency (Agencia Europea del Medicamento). “Curcumae longae rhizoma”. Consultado el 15 de junio de 2019. https://www.ema.europa.eu/en/medicines/herbal/curcumae-longae-rhizoma
- Bagnardi, V., Rota, M., Botteri, E., Tramacere, I., Islami, F., Fedirko, V., Scotti, L., Jenab, M., Turati, F., Pasquali, E., Pelucchi, C., Bellocco, R., Negri, E., Corrao, G., Rehm, J., Boffetta, P., La Vecchia, C. “Light alcohol drinking and cancer: a meta-analysis”. Annals of Oncology, Volume 24, Issue 2, February 2013, Pages 301–308. https://academic.oup.com/annonc/article/24/2/301/223860