Este curioso medicamento utiliza la luz para tratar el cáncer

Cuando estalló la pandemia de coronavirus, las autoridades sanitarias de cada país, asesoradas por los científicos correspondientes, se pusieron a investigar sobre cuáles podrían ser los métodos más efectivos para deshacerse del virus. Este se acaba depositando sobre las superficies y objetos de las zonas más transitadas por la gente (aunque no existen datos concluyentes sobre su transmisión por fomites). Uno de los métodos que demostró tener efectividad para eliminar al SARS-CoV-2 de las mismas consistía en utilizar luz ultravioleta C (UVC).

Como es evidente, no se puede irradiar a una persona con luz ultravioleta, y más si tenemos en cuenta que esta longitud de onda tiene la capacidad de provocar mutaciones y, por tanto, es potencialmente cancerígena. Por el contrario, sí que existe un tratamiento real contra el cáncer, aunque parezca sacado de una novela de ciencia ficción, llamado terapia fotodinámica.  

¿Cómo funciona la terapia fotodinámica? 

Esta utiliza dos herramientas básicas: un medicamento especial llamado agente fotosensibilizador, y luz aplicada mediante leds o láseres. El procedimiento a seguir depende de la parte del cuerpo que se vaya a tratar, pero en líneas generales se lleva a cabo de la siguiente manera: primero se inyecta el agente fotosensibilizador en el torrente sanguíneo a través de una vena o se aplica en la piel, cerca de la zona donde se encuentra el tumor. A continuación, se deja un tiempo para que las células cancerosas absorban el compuesto, y finalmente se aplica luz en la zona, lo que hace que el medicamento sea excitado por los fotones y libere parte de esa energía al oxígeno circundante, provocando a su vez la formación de compuestos reactivos del oxígeno que destruyen a la célula tumoral.

El tratamiento clásico que he descrito es poco dañino para el paciente debido a la especificidad espacial y temporal que tiene, pero tiene un contra muy evidente y es que, debido a la baja capacidad de penetración de la luz aplicada a los tejidos, solo sería eficaz para el tratamiento de los tumores más superficiales. Sin embargo, un equipo de investigadores dirigido por Xiaolian Sun (Universidad farmacéutica de Nanjing, China) parece haber encontrado un enfoque novedoso para la misma, que podría ser eficaz para tratar otros tumores localizados en zonas más internas: en vez de irradiar la zona con luz externa, el nuevo medicamento se lleva la suya propia incorporada, ya que en este caso la molécula fotosensible se encuentra unida a 3 componentes más (un sensor de pH, un polímero, y una molécula que porta el isótopo radiactivo Yodo-131). 

Las distintas nanopartículas permanecen unidas hasta atravesar el tejido afectado, que tiene distinto pH. Entonces se disgregan y empieza la irradiación de la molécula fotosensible por el isótopo radiactivo, dándose el resto del proceso con normalidad. La idea es francamente inteligente, habiendo demostrado ya su eficacia en modelos animales (y una baja toxicidad), por lo que esperamos que los ensayos en humanos tengan unos resultados similares.

Bibliografía

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